El Trastorno de la Personalidad se considera diferente de un trastorno clínico debido a que persiste durante toda la vida adulta, mientras que el trastorno clínico tiene un inicio y una evolución en el tiempo.
Aunque es objeto de debate intenso, todas las clasificaciones actuales de los trastornos de la personalidad exigen: 1) que el comienzo del trastorno se ubique en la infancia o en la adolescencia (inicio precoz); 2) que haya una persistencia de la conducta en el tiempo y en casi todas las situaciones (estabilidad y consistencia); y 3) que cause sufrimiento personal, problemas en el trabajo o dificultades en las relaciones familiares o sociales.
Al igual que los problemas de salud mental, los trastornos de la personalidad son probablemente el resultado de la interacción de múltiples factores ambientales y genéticos. Existe cada vez más evidencia de que existe un componente genético. Hay estudios que indican la herencia de los caracteres de la personalidad y los trastornos de la personalidad, van del 30% al 50%. Y las experiencias familiares e infantiles son importantes, incluyendo el haber experimentado abuso (emocional, físico y sexual), abandono y acoso.
Con respecto a la actual clasificación, la quinta edición de DSM (DSM-V) publicada recientemente no ha modificado la clasificación previa por categorías, aunque es una alternativa más compleja. Enfatiza los rasgos de personalidad y un concepto dimensional.
El ciclo vital.
l ciclo vital lo consideramos dividido en varias etapas, algunas de ellas se encuentran bien definidas por sucEesos biológicos concretos, mientras que otras son de aparición y duración variable. Siguiendo a Weinert y Timiras 2003 podemos establecer las siguientes fases del ciclo vital.
Tabla 1. Etapas del ciclo vital. Presentamos un ciclo vital ideal, con una larga fase de envejecimiento sano, pero la etapa final de muerte puede ocurrir en cualquier momento de dicho ciclo elaboración propia.
Etapa prenatal
La fase prenatal del ciclo vital comprende el periodo de tiempo que transcurre desde el momento de la fecundación hasta el nacimiento. Ya esta definición nos muestra, en condiciones normales, la dificultad de fijar el momento exacto de la fecundación, aunque parece más fácil establecer el momento del nacimiento. Asimismo, la duración del periodo prenatal es variable y se sugiere que dura unos 270 días tras la fecundación, aunque la realidad muestra que este periodo tiene desviaciones típicas importantes. La etapa prenatal se ha dividido en dos fases; el periodo embrionario y el fetal.
Etapa prenatal
La fase prenatal del ciclo vital comprende el periodo de tiempo que transcurre desde el momento de la fecundación hasta el nacimiento. Ya esta definición nos muestra, en condiciones normales, la dificultad de fijar el momento exacto de la fecundación, aunque parece más fácil establecer el momento del nacimiento. Asimismo, la duración del periodo prenatal es variable y se sugiere que dura unos 270 días tras la fecundación, aunque la realidad muestra que este periodo tiene desviaciones típicas importantes. La etapa prenatal se ha dividido en dos fases; el periodo embrionario y el fetal.
Periodo embrionario
Se extiende desde el momento de la fecundación hasta el día 56 de vida intrauterina y posee las siguientes fases:
- A) La fecundación: es la unión de los dos gametos haploides; el ovocito y el espermatozoide para dar origen al zigoto diploide. La fecundación suele tener lugar en el tercio externo del oviducto. Debemos recordar que tanto el ovocito que se libera en la ovulación, como el espermatozoide que lo fecunda, tienen su origen, respectivamente, en el ovario y el testículo, donde en su formación acontecen procesos madurativos importantes ovogénesis y espermatogénesis que ya determinan, hasta cierto punto, la base del envejecimiento.
- B) La segmentación: el zigoto comienza a migrar hacia el útero y al mismo tiempo va dividiéndose por mitosis y de esta manera amplia el número de células que lo forman, pero sin incrementar su tamaño inicial.
- C) El blastocisto: es el que se implanta en la cavidad uterina tras, como hemos comentado, unos 14 días postfecundación.
- D) La organogénesis: tras la implantación comienza el periodo en el cual se comienzan a formar los esbozos de los diferentes órganos y esta fase concluye al final de la octava semana, momento en el cual están ya presentes las estructuras primordiales de los órganos esenciales.
Periodo fetal
Esta etapa comprende el resto de la vida intrauterina y finaliza con el nacimiento. En ella se produce, fundamentalmente, la maduración de los órganos.
Etapa postnatal
La fase postnatal comprende la parte del ciclo vital desde el nacimiento hasta la muerte. Esta fase la podemos subdividir en diversas etapas.
Periodo neonatal
Desde el nacimiento hasta el final de la cuarta semana 28 días.
Infancia-niñez
Hasta los 14 años. Es importante señalar que en los últimos años de la niñez aparecen importantes cambios morfo-fisiológicos (Adolescencia), que determinan el inicio del periodo reproductor.
Es sabido que el bebé humano depende completamente de sus cuidadores para sobrevivir.
Desde los primeros meses de vida, el bebé ira ampliando el repertorio de sus conductas a medida que interactúe con sus cuidadores, estableciendo una relación especial con ellos. El tipo de vínculo que se desarrolla con la madre en el primer año de vida se verá reflejado en las relaciones que mantendrá con los demás y el mundo, en un futuro. Uno de los primeros logros del bebé es la capacidad de diferenciarse de la madre y reconocer los límites de su cuerpo. Esto constituirá la columna vertebral de su esquema corporal y futura identidad. Al principio necesitará de su madre para que ella decodifique sus gestos y llantos, que son la única manera de comunicarse que posee. La madre suele ser la primera en comprender su lenguaje. Por eso es que se dice que en un primer momento el mundo del bebé es él y su mamá. Poco a poco, el bebé necesitará menos de ella para sobrevivir.
Es fundamental que el bebé se reconozca como una persona separada de su madre y que conforme un esquema corporal adecuado. La conformación del mismo se logra gracias a la elaboración de las sensaciones relacionadas con los estados de necesidad y saciedad hambre, dolor, sueño, entre otras, y las relaciones con el medio ambiente. La medida en que sus necesidades son satisfechas, y la cualidad el grado en que son satisfechos así como también la rapidez de las respuestas de sus cuidadores, son un aspecto esencial del sano desarrollo del bebé. El contacto físico con su cuidador es de gran relevancia en esta etapa. Tiene que proveer un entorno de apoyo, para que el niño pueda sentirse contenido y pueda experimentar, y para ello los padres deben anticiparse y reconocer las necesidades del bebé. Si siente que sus cuidadores lo satisfacen, podrá ser capaz de relacionar sus impulsos con sus funciones corporales, ayudando a desarrollar su propio ser.
El bebé interpreta todo lo que sucede a su alrededor a través de las distintas sensaciones que su cuerpo capta a través de los sentidos diferencias térmicas, lumínicas, auditivas, separación del cuerpo materno, desplazamientos en el entorno. Hasta alrededor del año y medio de vida, el infante reconocerá el mundo exterior primordialmente a través de su boca, lo que se observa por su necesidad de llevarse cantidad de objetos hacia ella.
A los dos o tres meses el infante comienza a dar la impresión de ser una persona totalmente distinta, encarando las relaciones sociales de otra manera. Se desenvuelve como si ya tuviera un sentido de sí mismo, en tanto cuerpo distinto y coherente. Otro gran paso en esta etapa se relaciona con el logro del niño en reconocer las líneas de parentesco y establecer lazos de afecto. Esto se relaciona primordialmente con las figuras de los cuidadores, que en ciertos casos puede no tener que ver con lazos de consanguinidad. Generalmente el bebé suele reconocerse en un primer momento como hijo de su madre y más tarde entiende los demás lazos de parentesco. Este logro implica un gran salto en la conformación de la identidad, lo que permite reconocerse como miembro de un grupo social.
La etapa adulta
Comienza a los 18 años, al menos de forma legal, y finaliza al cumplir los 65 años momento en el que, también de una forma jurídica, se ha establecido el comienzo de la vejez. Con cierta variabilidad temporal, al comienzo del último tercio de esta etapa de vida adulta, tiene lugar la aparición de la menopausia en las mujeres. Como veremos más adelante, tanto la duración como el final de la etapa fértil en las hembras de un gran número de especies animales tiene una gran importancia evolutiva en la determinación de la longevidad de las mismas.
Envejecimiento
Como ya hemos comentado comienza, de forma arbitraria, al cumplir los 65 años y su duración y características tienen una gran variabilidad. Para nosotros adquiere una relevancia fundamental esta etapa, por ser en ella cuando se presentan de una forma definitiva las consecuencias de los procesos que son objeto de este manual.
Un aspecto de capital importancia para abordar el estudio del envejecimiento es entender la paulatina transición que se produce entre la etapa adulta y la vejez. Aunque jurídicamente se considere este pasó establecido al cumplir 65 años, es fácil de entender que desde un punto de vista biomédico este punto de corte basado en la cronología no tiene ninguna base científica. De esta manera ya establecemos una primera dicotomía entre la edad cronológica y la edad biológica. Mientras que la edad cronológica es fácil de determinar, la biológica es más difícil de establecer, al no poseer en la actualidad ningún marcador biológico específico que nos defina dicha edad. Esto nos introduce en la difícil definición de los valores de los diversos parámetros biomédicos utilizados para definir el envejecimiento. En medicina, la mayoría de los valores biomédicos que empleamos para definir los estándares de una población incluyen un amplio rango de edades y variables y se producen, en ocasiones, variaciones importantes sobre la media.
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